Aunque dicen que todo ya está inventado hay quienes encuentran una variable para generar un cambio
sustentable económicamente que se traduce en una buena calidad de producción. Así lo han demostrado un grupo de veinte empresas nacionales que procesan unas 630 toneladas de molienda diaria, quienes se han reunido para intercambiar ideas y unificar criterios para iniciar un nuevo camino en la producción rural.
Servidos de la producción del expeler, un subproducto del poroto de
soja, utilizan esta materia para incursionar en el mercado de alimentos balanceados. Según la
Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal, el consumo de este alimento alcanzó el año pasado unos 14 millones de toneladas, por lo que los productores debieron volcarse a la elaboración del derivado de la oleaginosa, razón por la cual el creciente grupo de emprendedores encontró que el expeler es el principal producto antes que el aceite.
El expeler brinda un concentrado proteico que no requiere extracción por solventes, sino que se obtiene por medio de un proceso de prensado. Ofrece un aporte de grasas y energía que lo estiman como un producto de alto valor nutricional para la elaboración de alimentos balanceados que un nutricionista podría aprovechar para bajar el consumo de sorgo o maíz. Dados estos beneficios, En la argentina se busca organizar el trabajo y potenciar la exportación y utilización de la materia. Actualmente este mercado crece y en pueblos chicos es entre la primera y quinta fuente laboral.
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